Quién no esperó con ansias la llegada de nuestras Fiestas Patrias. Quién no se proyectó con anticipación para pasarlo chancho, asado y con chicha los cuatro días festivos que calzaron en el calendario… La respuesta es evidente: Tooooodooooooos!!!!!!!!!
Pero vamos, seamos sinceros ¿Alguien se preocupó de cuidar la figura? ¿Comieron verduras?… Nadieeeeee –jejejejejejeje- . Tal vez un poquito.
Les recuerdo que ahora se viene el verano. De seguro las calugas en los hombres se encontraran en reposo, y no faltará quien pose una figura modelada por las toneladas de cerveza que se ha empinado. En el caso de las mujeres es otra cosa- ¿no es cierto Chicas? De seguro se les verá desfilar con sus mejores atuendos escotados y con una infaltable botellita de agua cargada entre las manos.
Pero siguiendo con la línea dieciochera, les preguntó ¿Alguien bailó bien La Cueca o sólo el Reggeton me pareció oír en gran parte de las fondas?... La verdad me abstengo en esta ocasión en dar una respuesta. Lo único que puedo confesar, es que a mi papá de seguro le hubiese gustado nacionalizar, como Baile Nacional, sus famosas y anticuadas cumbias. ¡Pu….cha que aguo la fiesta! Ya a las dos de la mañana, toda mi familia se miraba las caras. Menos mal que los días que siguieron llevaron el juego de la lota y los dominós. Pero lo que más me entretuvo fue jugar al tejo.
Que cortos se hicieron los días -¿verdad?-. De ellos sólo tengo buenos recuerdos: el haberme levantado tarde, el que mi madre no me exigiera comer carne, ya que estaba preocupada de comérsela toda ella y… el moretón que tengo en mi pierna izquierda del tejo que me llegó mientras alisaba la puta cancha de juego…Ante tantos recuerdos, agradezco en particular este último a mi querida tía Pelú.
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